domingo, julio 11, 2010

Algo Doce

León Guanajuato
Julio 1970

Mi nombre es Helen y tengo una gran hija de 17 años, pero desde que tiene 14, se ha vuelto un tanto rebelde, obviamente yo la amo, y ella no entiende que si la cuido es por su bien y por el infinito amor que le tengo, cuando iba en la secundaria, siento que era demasiado feliz, y no sé pero, a veces la felicidad y el amor en exceso también son dañinos, y tal vez eso ha afectado notablemente a mi hija.

Cuando estaba en segundo grado de secuandaria, empezó a beber, probó el alcohol y lamentablemente, le gustó, yo nunca he sido amante ni pariente de los vicios, mi esposo ha bebido durante años pero, no exagera tanto como para que mi hija se vuelva alcohólica, y de hecho, ya ha dejado un poco el hábito... en fin, pensaba que todo esto tenía solución, pero de alguna manera ha empeorado, supongo que el inicio de ese gusto afectó varias partes de esta vida. La dejaba salir a las fiestas y todo eso que decidian hacer entre sus amigos pues, de alguna manera, era una buena chica, tenía buenas notas, era responsable en la escuela y no le agradaba ir a fiestas discos sino, prefería convivir creo "tranquilamente" en alguna casa de sus amigos.

Hace dos años, ella se atrevió a beber en casa mientras yo estaba en un corto viaje, para mi regreso me encontré la sorpresa dada por su padre; quien me informó de el horrible hecho, ella se perdió en sí misma, fue lamentable para mi esposo y yo esto de la traición por nuestra hija, yo siento que sus amigos le inducen el maldito vicio aunque ella me asegura no necesitar de nadie, nos responde cínicamente "deben pensar que mis panas me ponen la botella en boca, jaja, no se engañen", nos recomienda olvidar que es perfecta, y nosotros sabemos que no lo es pero que puede hacer un esfuerzo y que de hecho, no nació con esas mañas, pero ella insiste en que nos resignemos y pensemos en que esas cosas pasan y que no podemos poseer lo que quisieramos, que así nació... aún así, le permití seguir saliendo con sus amigos y demás pero por supuesto le disminuí el tiempo fuera de casa y había más recomendaciones pero claro, sin exagerar... Me encuentro relativamente preocupada por mi hija, sé que está creciendo pero a veces pienso que es apenas una niña. 

Hace una año cometió de nuevo el error, ya no bebió en casa pero, uno de sus viejos y más queridos amigos, cumplió años, así que decidieron festejarlo en casa de no se quién, con eso de que los jóvenes de ahora no dan explicación alguna, pero, se lo advertí, a mi debía decirme en donde, con quienes anda y que hacen, entonces me dijo que iban a tener una cena yo supuse creerle como las ateriores salidas en las que por cierto, no corrompió tan feamente mi confianza. Pero en ese cumpleaños, sobrepasó toda línea, muro o muralla, le llamé y no contestó, así que insistí pero, apagó su teléfono celular, tal vez una hora después, me llamó una vecina que me aseguró haber visto, de lejos por supuesto, a mi hija que andaba en una troca con otros chicos y chicas, y que, mi hija, se veía en un estado casi fatal, entonces corrí al lugar pero, se habían movido, después de unos treinta minutos quizás, las chicas y chicos llegaron a casa a dejar a mi hija, quien no podía dar un paso por sí sola, dos de sus amigos, tuvieron que ayudarle para entrar a casa, mi hija estaba borracha, totalmente alcoholizada, y yo la dejé ir a la supuesta fiesta para que se divirtiera sanamente y, de nuevo me traicionó, derrumbó mi confianza a quien yo más amo, me sentía crucialmente enfurecida, me sentía confundida y claro, dolida, tal vez yo quería culpar a alguien más o perdí la cabeza en ese momento, el caso es que reclamé a algunos de los chicos que llegaron con mi hija, de algun modo, les reclamaba el hecho de que acompañaran a mi hija al vicio y claro por si ellos también fueron quienes la inducieron, pero después les agradecí por haberla ido a dejar a casa sana y salva a pesar de su estado de inconsiencia. Al momento en que los chicos se retiraron, le dí en la cara a mi hija, tal vez así despertaría su cerebro, le pedí explicaciones y efectivamente me conestó algunas cosas enredadas que no se entendían tanto, pero de igual forma, no lograría nada, así que después de sentirme tan humillada, la bañé y la aventé a su cama, que durmiera, pués no había nada más que hacer, solo esperé la mañana, fue cuando hablamos, su padre y yo le manifestamos el gran dolor que nos hizo sentir y que era la segunda vez que nos hacía esto. Entonces pues, le preguntamos, que si había algo que nosotros no supieramos, no sé, tal vez problemas graves, algo que le rondara por la mente, algo que hubiese sufrido o algo por el estilo, le pedimos que no olvidara que podía confiar en nosotros y que si había algo que le preocupara que podía decirnos, y por supuesto podríamos resolverlo, ya que todo tiene solución, excepto la muerte, pero ella dijo que no. Así que le preguntamos que entonces, por qué bebía!, y nos respondió diciendo que simplemente le gustaba que no había una razón de ese tipo, tomaba porque le gusta!

Así que le dije como estarían las cosas desde entonces, ya No saldría a ningún lugar para con sus amigos, no habría más fiestas ni nada de eso, cooperaría con los labores de casa y se dedicaría a ser una mejor hija y alumna, se dedicaría exclusivamente a eso. Y... no lo niego, me dolió tomar esa decisión, debido a que mi hija no tiene hermanos y, de alguna manera, estimaba mucho a sus compañeros pero fue necesario llegar a extremos, ella así lo decidió. El caso es que los extremos han disminuido, poco a poco fue saliendo más pero, máximo, una hora fuera de casa y, por las noches no había permiso alguno pues eran las horas que más gustaban para beber.

Desde que se le ha hecho un tanto más duro esto de mantenerse divertida, se la ha pasado renegando una que otra vez a la semana acerca de su presente, siempre está recordando su secundaria y jura querer regresar a esos tiempos, en donde dice que la pasaba mejor a pesar de que ya la dejo salir más, ya ha recuperado un poco de mi confianza lo cuál es muy difícil, y ya la dejo salir por los menos unas dos horas a una que otra fiesta pero sigue con su negativo pensamiento. Ya le llamé la atención en estos días por todo eso, le he dicho que debe disfrutar el presente como y en donde esté. Aunque, debo mencionar que, la he escuchado llorar, bueno, no se si se deba a eso, pero ella está en su cuarto en la computadora y le sube al máximo volúmen a su música pero eso no impide que yo le escuche mientras ella piensa que se oculta muy bien. Por cierto, hace unos días hubo una obra de teatro de su grupo y, su padre le preguntó acerca de la posibilidad de estar presentes y ella aseguró no necesitar que nos presentaramos pués, ella no saldría en la obra, ese día, nosotros teníamos una reunión pero se suspendió así que hicimos tiempo caminando para después ir por mi hija pués calculábamos el tiempo en que acabarían tal vez las actividades, y sí podíamos haber presenciado la obra pero mi hija nos había dicho que no era necesario. Días después, hubo exposiciones de empresas "hechas" por alumnos de 4to grado en donde claro que si participaría mi hija, y, me hubiese gustado ir, pero supuse que solo estarían presentes docentes y autoridades de la escuela, aunque después me enteré de que si podía estar presentes los padres, pero de ese evento tampoco recibí invitación, entonces, días después le cuestioné a mi hija, que por qué no me había informado sobre la accesibilidad de público y ella solo me respondió que ella no haría la gran cosa y que por cierto, su participación había estado muy mal pués no se preparó bien así que le dije que tal vez era una prueba de vida y que la próxima vez debía esmerarse y ser mucho más responsble en los trabajos... Pero antier, mi hija me dijo algo un poco extraño, ella dijo; ¿No te has preguntado por qué no les invité, ni si quiera te ha pasado por la mente intentar responderte?... y le dije pués no, ¿por qué?, tú dime entonces me respondió; Es porque ya no aguanto, me siento de lo peor, me siento como nunca me había sentido, esta ha sido la peor etapa de mi vida, y, tal vez yo he tenido la culpa pero te juro que no aguanto, es horrible, que al parecer mis padres me siguen a todas partes, es una presión gigante, como si no me dejaran respirar o tal vez quieran facilitar el trabajo y quieren respirar por mi, no lo sé, pero, insisto, me siento muy mal, a donde voy me tienen que ir a buscar y a dejar, no me dejan estar casi nada de tiempo es como si me apretaran el cuello para asfixiarme y acabar conmigo, sé que me quieren mucho y que me cuidan, que hay mucho peligro, que no quieren que nada me pase pero a veces, el que no arriesga, no gana y, creo que me tratan como la más tonta del mundo. Ya dejenme en Paz por favor, se los ruego...

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