Yo siempre estoy bien, mi familia siempre está bien, mis amigos siempre están bien, ya lo sé, tenemos problemas, tristezas y cosas, pero, ¿se han puesto a pensar en las personas de África, Irak, Irán, y de muchos lugares más que viven tanta pobreza, hambre extrema, frio, sueño, horror, guerras, y muchas desgracias más?
Dios, siempre nos estamos quejando. Siempre estamos quejandonos que no hay dinero, que no estamos cómodos, que esto, que aquello, todo nos molesta y nada nos gusta, sin valorar lo que tenemos, sin pensar en los demás, somos tan egoístas, solo pensamos en nosotros mismos, y no nos fijamos que nosotros; al lado o, comparados con otros, somos tan ricos; tenemos todo; estamos sanos, tenemos el pan de cada día, batallamos pero estamos bien, y, lo más importante, tenemos paz.
A pesar de lo que tenemos, no entendemos, no nos conformamos. Somos unos tontos por no valorar y nos aferramos a sufrir por cosas sin sentido e innecesarias. Esque nos olvidamos que no tenemos que desanimarnos, rendirnos o darnos por vencidos. Que tenemos que voltear la cara y ver todos los tesoros que poseemos y nos toman en cuenta y dejar de darle importancia a lo que debemos ignorar.
No valoramos lo que tenemos, no nos damos cuenta de que estamos completos y tenemos paz, mientras que otros, solo viven en sufrimiento y guerras.
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