Poseer una mentalidad abierta no supone el hecho de hacer de la vida un desmane, no atiende a una sola idea o a la simplicidad pero tampoco al desastre en exageración.
Se trata más bien de realizar actos a veces inimaginables o inesperados con los que te sientas bien, satisfecho; significa ser libre pero sin afectar a los demás, o sea, ser libre en tí mismo. Requiere respeto hacia los demás, tolerancia con sus ideas, cambios a partir de aportaciones de otros y contribuir con el cambio de personas interesadas en dicha situación.
Tener una mente abierta... es aceptar y/o recibir testimonios, pensamientos o argumentos de cualquier persona sin distinciones ni agresiones, es no cambiar tus habitos y mentalidad; tu criterio por el de ellos, no buscar igualarte con ellos, sino aceptar la diversidad de personalidades y formas de pensar que existen, aceptar que tú mismo eres distinto a cualquiera, es convivir con todos o unos pocos porque debe haber cordialidad y diferencias, porque si todos fuesemos iguales, esto sería tan fácil que resultaría totalmente aburrido y no tendríamos ideas que discutir o debatir, no tendríamos nuevos conocimientos que escuchar, todo sería tan monótono que terminaríamos por despreciarnos unos con otros...
Se trata de aceptar que algunos poseen mejores ideas en ocasiones que nosotros, que esto de la diversidad es tan grande que no tiene límites, que no debes tratar de marcar un límite, no posees el derecho. Es compartir ciertas ideas y diferir en otras.
Elida Medrano
Marzo 31 2012